Problemas de comunicación entre mentalidades en tiempos distintos.

¿Porque los padres  no entienden a los adolescentes a pesar de que ellos hayan pasado por situaciones muy similares a las de sus hijos?

Como hay explicaciones y respuestas para todo, esta no será una menos.

Los jóvenes realmente no saben  lo que hacen por el simple hecho que solo quieren divertirse, hacer cosas arriesgadas. Es obvio, que no tienen en cuenta cuales serán las consecuencias de sus actos antes de cometerlos, y que éstos últimos, pueden provocar el descontento de sus familiares. Varios psicólogos o sociólogos, califican estos comportamientos como una vía para llamar la atención. Por lo general, esta forma de actuar, se ha ido repitiendo a lo largo de la historia. Sin embargo, cabe destacar que, desde hace unos años, ha habido un cambio en las mentalidades, y que, desde luego, el método de enseñanza, y las técnicas de educación han ido evolucionando con el tiempo, y no siempre del mejor modo.

El principal objetivo de cada padre, es ante todo el bien estar y protección de sus hijos, llegando en ocasiones a rozar una sobreprotección basándose en sus propias experiencias. Evidentemente, el concepto que cada uno tiene de la vida, refiriéndonos aquí a padres e hijos, es bastante diferente. Es preciso tener en cuenta que la sociedad ha ido cambiando con los años y cosas que antiguamente podían tener malas connotaciones, hoy en día están bien vistas, y viceversa. A día de hoy, el adolescente se ha convertido en un ser mucho más independiente, la falta de comunicación o, dicho de otro modo el hecho de compartir las vivencias entre padres e hijos tiende a ser una práctica en declive. Esto puede deberse a que los adolescentes tienen miedo, o pavor a cual será la reacción de sus padres. Por el contrario, y aunque existen casos de padres muy tolerantes, poseen una imagen de sus hijos demasiado ingenua, y eso también dificulta la comunicación puesto que los hijos no quieren defraudar a sus padres.

Encontramos igualmente padres que hacen caso omiso de sus hijos y en los que la comunicación directamente no existe. Estos últimos, suelen ser los peores, ya que el adolescente tiene comportamientos mucho más desviados de lo establecido que pueden traer graves consecuencias.

Puede ocurrir que aunque los padres tengan una mentalidad abierta, y hayan hecho los mismos actos que sus hijos a su edad, no conciban que estos últimos los lleven a cabo.

Como es común, el ser humano siempre quiere ir más allá de los límites, hecho que podemos destacar sobre todo en los adolescentes. Esto puede derivar en casos como la drogadicción, las típicas gamberradas, o llegar a la delincuencia, y faltas de respeto a diestro y siniestro.

De hecho, este comportamiento es el que, generalmente, provoca que los padres desconfíen de sus hijos y vivan asustados por lo que puedan hacer. Esto, a su vez, provocará que los padres rebusquen entre las cosas de sus hijos para averiguar cual es el supuesto estado de sus vivencias, llegando incluso a incomodarlos y agobiarlos, y favorecer la falta de comunicación.